
Hay veces que me quedo sola en casa. Hace muchos años que dejé de tener miedo a la oscuridad y a quedarme sola en casa. Pero eso no importa, porque cuando estamos solos y se oyen pasos de arriba, o cruje la madera, o ves que la puerta de tu habitación se cierra sola, poco importa que ahora tengas 21 años y que creas que ya nada te da miedo, porque no es así.
Mi casa está encantada. Cuando me meto en la ducha me parece escuchar voces por el pasillo, cuando miro por la ventana veo sombras que cruzan la terraza como si estuviesen buscando algo. Y el paragüero se cae solo.
Sé que los fantasmas no me van a hacer nada, sé que no voy a sentir nada. Pero a veces, cuando apago la luz para dormir, tengo que volver a encenderla para comprobar si estoy sola o no en la habitación.
Sé que los fantasmas no me van a hacer nada, sé que no voy a sentir nada. Pero a veces, cuando apago la luz para dormir, tengo que volver a encenderla para comprobar si estoy sola o no en la habitación.
Sé que no existen esas cosas y que no hay que tenerles miedo, pero eso no va a cambiar nada.
2 comentarios:
A mí me da miedo la oscuridad... pero más que eso... recordar tu grito en "Psicosis", eso sí que me pone los pelos de punta.
Lo de encender la luz para ver si estoy sola lo sigo haciendo, y soy mayor que tú ;) Es una sensación rara (más habitual en épocas raras, para ir a juego), pero, aunque en el momento la odio porque me roba sueño, le tengo cariño. Qué cosas.
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