miércoles, 2 de diciembre de 2009

S. mira dentro de sí, más y más dentro. Tiene que haber una raya que haga de límite, detrás de la que nada le pueda afectar, no pueda llegar ningún sentimiento, no pueda llegar ningún miedo, ni la muerte. Tiene que haber algún lugar en su interior en el que pueda perder toda la consciencia de sí misma, de dónde está y de lo que es. Algo como una muerte que no es muerte, sino una simple ausencia temporal de sí misma. Como si no estuviese presente, como si no estuviese allí... A veces funciona. Pero es temprano, y lo único que siente es cansancio. Tiene muy poco sitio en su interior para la razón. E incluso eso desaparecerá pronto.

(Como si no existiese, Slavenka Drakulic)



Da miedo pensar que podemos llegar a sentir algo parecido.

1 comentario:

Anónimo dijo...
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