sábado, 28 de agosto de 2010

En casa.

Entre que voy y vuelvo, siempre me pierdo por el camino. Llego y no sé muy bien qué hacer y cómo hacerlo.
Después de dos meses fuera, me desubico. Y ahora toca encontrar de nuevo mi lugar.
Ya no tengo niños que cuidar, ni que hablar en francés, ni empezar a dar los dos besos por la derecha, sino por la izquierda. Son muchas las cosas que tengo que olvidar. Bueno, no olvidarlas, sino apartarlas hasta que vuelva a necesitarlas.

Pero son otras cosas las que tengo que aprender. Y eso es divertido también.

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